Por: Fabiola Torres
La fecha oficial de entrada en servicio del Metropolitano sigue siendo una incógnita, pero lo que repentinamente la Municipalidad de Lima pondrá en marcha desde hoy es la modificación de rutas de transporte público paralelas a este corredor exclusivo. Esta medida, que ni siquiera ha sido informada a los usuarios, representa un nuevo cambio de planes de la administración que encabeza Luis Castañeda Lossio sobre el proyecto de transporte masivo más importante de Lima.
Desde que empezaron las obras del Metropolitano, el municipio sabía que para garantizar la operación del corredor y mitigar la congestión vehicular, se debían eliminar 47 rutas de transporte público que abarcan recorridos entre Comas y Chorrillos, pero ello no ocurrirá.
Tras las negociaciones con los transportistas de las líneas afectadas, la Gerencia de Transporte Urbano del Concejo de Lima decidió que no habrá tal eliminación, sino que se autorizarán rutas alternas al nuevo corredor segregado.
Es decir, los 4.500 vehículos que en un principio debían salir de circulación pasarán ahora por otras calles y no se cumplirá rigurosamente con la exclusividad del corredor, como se indica en el contrato de operación del Metropolitano. El anuncio lo hicieron los propios empresarios que desde el lunes se reúnen con el gerente de Transporte Urbano, Javier Baraybar, para firmar las actas de los cambios de rutas.
“No nos anulan, sino que tendremos una alternativa de circulación”, dijo ayer Omar Calderón, presidente de la Asociación de Empresas de Transporte Urbano de Lima.
Según el dirigente, en principio se han modificado 18 rutas de empresas que tienen recorridos por la zona sur del Metropolitano y después se negociarán las rutas de las empresas del lado norte.
Una vez más, la Gerencia de Transporte Urbano prefirió el silencio cuando El Comercio intentó entablar una comunicación oficial para ampliar esta información. Como lo manifestaron ayer los choferes de las rutas que serán cambiadas, los más perjudicados con el silencio edilicio son los miles de usuarios que utilizan dichas rutas para ir a sus casas, sus centros de trabajo o a estudiar.
¿Cuáles son esas rutas alternas que en algunos casos, como el de la empresa San Juan de Villa (ruta Chorrillos-Comas), rigen desde hoy? Nadie dio razón hasta el cierre de esta edición.
Según el contrato de operación del Metropolitano, está prohibido que otros vehículos de transporte urbano cubran una ruta similar a la del corredor y circulen por vías a menos de 400 metros de distancia por sentido.
“La autorización de rutas alternas no solo es una violación de un contrato, sino una medida política que refleja que la Municipalidad de Lima no quiere enfrentamientos con los transportistas a pocos meses de las elecciones municipales”, opinó Luis Quispe Candia, experto en temas viales.
Cabe recordar que la municipalidad informó, en el 2006, que deberían salir 12.000 vehículos de circulación cuando operara el Metropolitano. Entonces, prometió planes de chatarreo y reconversión laboral de los choferes que hoy ya no se mencionan como salida principal.
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